Érase una vez un fantasma amigo de una niña. El fantasma se llamaba José Luis y la niña Lucia. Vivían en un palacio mágico. Un día la niña le dijo al fantasma:
- ¿Vamos a ir a una casa fantástica?
- De acuerdo.
Fueron a la casa y se encontraron figuras muy famosas pero, ¡se movían! La niña dijo:
-¡Que raro es esto!
-Es verdad, esto es muy raro.
Las figuras cuando se movían todo temblaba y se caían los cuadros al suelo. Una de las figuras fue hasta el fantasma y la niña. Salieron corriendo pero se convirtieron en figuras.
Pasaron unos cinco años y la niña y el fantasma se convirtieron en personas. Lucía se puso muy contenta al ver que el fantasma era una persona. José Luis también era muy feliz.
Al día siguiente, la niña se puso un reloj antiguo que se encontró en un armario del palacio y se dio cuenta de una cosa. Siempre que se ponía el reloj, a ella le pasaba algo malo. Un día se torció un pie y al día siguiente se le perdió el monedero. La niña le dijo a su amigo José Luis:
-Voy a ir al palacio a dejar este reloj porque creo que me da mala suerte.
-Vale.
Dejó el reloj en el palacio. A la mañana siguiente lo tiraron al fondo del mar.
Desde entonces tuvieron buena suerte. Un día compraron dos décimos de lotería y les tocó el primer premio.
Se compraron un palacio nuevo mucho más bonito que el anterior.
Vivieron en él y fueron muy felices.
Belén Vázquez Fernández (Curso Escolar 2010- 2011)
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